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domingo, junio 04, 2006

There´s something wrong with the world today... I don´t know what it is... 

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Escritos:

/1/

Se desliza por los surcos cerebrales
un sentimiento líquido, confuso, errante.
Recorre cada nervio, lo afecta;
lo baña en deseos superpuestos.
El límite de la confusión,
la confusión misma,
se estremece ante su presencia.
Se sacuden la pereza mis párpados,
las palabras buscan desesperadamente la salida.
Planea una sonrisa, desfigurando mi rostro.
¿Y ahora qué hacer cuando no estás cerca?
¿Ahora qué esperar escupiendo estrellas rojas?
El corazón tambalea en su isla,
rodeado de recuerdos.
Movimientos rítmicos alejan y atraen espadas, abismos.
El límite de la esperanza,
la esperanza misma,
se quiebra ante su presencia.
Se desatan las lágrimas dulces,
la boca busca besar a la nada.
Planea una sonrisa, desfigurando mi rostro.
¿Y ahora qué hacer cuando estás tan cerca?
¿Ahora qué esperar, enfrente de tus ojos,
cuando tus silencios no son más que ausencias?

/2/

Destiño los minutos martillando un reloj de arenas movedizas. El cuerpo se me derrama, se vierte sobre una baldosa fría, buscando emoción. La mente, mi conciente inconciencia, fraterniza con el masoquismo y la abstracción. ¿Y dónde estoy yo? En la arena, en la baldosa fría. En mi mente siempre estoy perdida.

Crítica (destructiva)

Realmente han llegado a saturarme. Desde promociones absurdas (alguien cree que si Argentina gana el Mundial REALMENTE van a darle otro TV plasma???), a figuritas adentro de los paquetes de papas fritas, Rocklets que vienen celestes y blancos, la palabra MUNDIAL escrita una y otra vez en todos lados. No puedo ver la tele (por suerte no lo hago muy seguido: sólo veo CQC y Duro de Domar) tranquila, no puedo escuchar la radio en paz. Todos –absolutamente todos- son sponsors, hinchas, fanáticos, adoradores del Mundial. El pan, los celulares, el combustible, las gaseosas, los fármacos, los institucionales, los autos, todo es argentino y apoya a la selección, que Messi, que Tévez, que uno con nombre de jabón, el diario acosa con publicidades celestes y blancas, internet, la cicuta, el cianuro. Carajo! Si la gente no sabe bien si la independencia es el 25 de mayo o el 9, o el 4 de julio, pero toda la avenida Rosales está llena de banderitas que pusieron para el 25, con la excusa de ese día pero sólo para dejarlas preparadas para el puto Mundial!!! No soy nacionalista –bueno, me parece que se nota- , pero hay cosas mucho más importantes que una pelota y 22 jugadores corriendo detrás de ella. Hombres, mujeres, hay otros deportes! Pero claro, no importa. Sólo cuando en otros deportes se gana interesa. Cuando ganaron al tenis de pronto todos eran fanáticos de Gaudio o quien haya sido, aunque antes lo único que sabían era que se jugaba con una pelotita que no tenía pecas (¡pecas!), de color amarillo, con función similar a la del ping pong. Cuando ganaron en hockey todos sabían de hockey, pero claro, eso era porque no era época de Mundial. El diario de la facultad dedica más páginas al fútbol que a los problemas al elegir un rector para la UBA. Los chicos de los colegios probablemente no entiendan muchas de las palabras que usen los relatores –aunque sé que no hablan de manera muy compleja- pero van a ver los partidos en lugar de estudiar. Un día de clase no es nada dirán, pero no es un día, porque no sólo miran el partido de Argentina, si no que se pasarán el día viendo los resultados de todos los demás competidores, comparando, que si jugó bien, que el árbitro, que el delantero y que toda la mierda. Comprendo que a la gente le guste, pero los que no donan un puto centavo cuando UNICEF hace una campaña para los chicos de la calle, seguramente fueron al partido donde se donaban $5 a la misma entidad porque era un amistoso de estrellas y demases luces. Me harta que la gente no piense más que en la pelota, que los diarios y suplementos deportivos lancen ediciones especiales con las figuras pasadas, presentes y futuras del fútbol argento, a 20 años del gran sueño argentino, a 30 de la última dictadura y en vez de comprarle a sus hijos el Nunca Más, le compran El Gráfico o el Olé. En lugar de hablar de que hay chicos que se están cagando de hambre, que la gente se muere por falta de medicamentos, se habla de fútbol, de Pekerman, de Macaya, de Araujo (y no el de Divididos precisamente), del Gran Sueño Argentino. Como si la gran meta para los 37 millones fuera ver como un grupo de personas levanta una copa. Como si la democracia, la seguridad, la justicia, la libertad, se lograra cuando uno de esos 23 tipos, o los 23 besan una copa de mierda. El Gran Sueño Argentino debería ser otro. Porque si ese es el sueño, durará poco –aunque a mí se me haga eterno-, y no creo que nos lleve a ningún lado. E insisto con que no tengo nada contra el deporte en sí, ni contra el fútbol en especial, pero me parece que con esclavizar a las personas a una pelota, no se logra nada. Bueno, se logra algo. Que si no ganan, 37 millones (menos uno al menos, menos yo) lloren, se indignen, se entristezcan y sientan un dolor muy profundo. Pero como diría Mafalda cuando ve a su madre llorar por pelar una cebolla, hay motivos mucho más altruistas que eso. Y aunque el mundo tenga forma de pelota, estoy segura de que no se le compara, en nada.

Vasos & besos, y que los recontra para los que me puteen demasiado, por las dudas ;)


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